¿QUÉ ES PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL?
Una forma fácil de entender la palabra ‘patrimonio’
Piense en lo que le gusta y en lo que tiene: su música, sus fotos, sus libros, sus chistes, su morral, su ropa, su hamaca o su guitarra. Usted cuida esas cosas porque son importantes para su vida, le traen recuerdos, lo identifican frente a los demás o le son útiles. Algunas las ha conseguido por su cuenta o las ha hecho; otras se las han regalado y otras las ha heredado de sus familiares y amigos. Estas cosas y los recuerdos, las ideas y los conocimientos ligados a ellas hacen parte de su patrimonio personal.
Ahora piense en su casa, en los muebles, las plantas, las ollas, las fotos de familia, también en la receta de la abuela que tanto le gusta. Estas cosas le pertenecen a toda su familia, todos las usan, las cuidan, las disfrutan y las comparten, hacen parte del patrimonio familiar.
Patrimonio es todo aquello que le pertenece porque lo ha heredado o lo ha construido y por eso está profundamente ligado con su vida. Los objetos o las ideas que integran su patrimonio hacen parte de su memoria, le traen recuerdos, son testigos de su historia personal y serán su legado para las personas que usted quiere. Tal vez algún día usted le regale a su hermana la mochila y, con esta, todas las historias y sentimientos de sus viajes.
¿Qué es patrimonio cultural?
De ahora en adelante empezaremos a hablar en plural, porque vamos a hablar de nuestro patrimonio cultural. Cuando pensamos en él, imaginamos los lugares, objetos y tradiciones que nos han acompañado desde niños y que valoramos por haberlos heredado de nuestros parientes o de quienes nos rodean; además hacen parte de nuestra vida cotidiana o son ejemplos supremos de inspiración y punto de referencia para seguir adelante. Este es el legado del pasado, es nuestro presente y también la herencia que dejaremos a las futuras generaciones para que ellas puedan aprender, maravillarse y disfrutar de él.
Nuestro patrimonio cultural se nos graba en el cuerpo y en la mente. Como colombianos y colombianas tenemos herencias de indígenas, africanos, españoles, gitanos, mestizos, extranjeros que en algún momento llegaron a nuestro país; también hemos recibido conocimientos de una gran variedad de formas de pensar y ver el mundo. Desde esta multiplicidad de historias, se han forjado formas de ser propias de cada grupo social.
Según la Ley general de cultura el patrimonio cultural de la nación “está constituido por todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la tradición, las costumbres y los hábitos, así como el conjunto de bienes inmateriales y materiales, muebles e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, ecológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, científico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico, antropológico y las manifestaciones, los productos y las representaciones de la cultura popular”.
Artículo 4 de la ley 397 de 1997, Ley general de cultura.
¿Qué podemos entender por patrimonio cultural inmaterial?
Dentro del patrimonio cultural encontramos frutos de la creatividad humana que no podemos tocar, pero sí sentir, contar, imaginar, pensar, disfrutar, enseñar. Estos son los recuerdos, las historias, los gustos, los valores, los conocimientos y las destrezas. Todo eso, que demuestra quiénes somos, habita en nuestra memoria, en nuestro pensamiento y en nuestra forma de ser. Lo hemos heredado de nuestras comunidades por medio de la palabra, escuchada o leída. Al interactuar con quienes compartimos la vida y los espacios, lo transformamos con nuestras vivencias y será el legado para las futuras generaciones. Este es el patrimonio cultural inmaterial, también conocido como patrimonio cultural intangible. Es la herencia de la que hablábamos antes, pero que está dentro de nosotros: en nuestra mente.
Según la UNESCO “se entiende por patrimonio cultural inmaterial las prácticas, representaciones y expresiones, los conocimientos y las técnicas que dan a las comunidades, los grupos e individuos un sentimiento de identidad y continuidad. Los instrumentos, herramientas, objetos, artefactos y espacios culturales asociados a esas prácticas forman parte integrante de este patrimonio.
El patrimonio cultural inmaterial, transmitido de generación en generación, lo recrean permanentemente las comunidades y los grupos en función de su medio, su interacción con la naturaleza y su historia. La salvaguardia de este patrimonio es una garantía de sostenibilidad de la diversidad cultural.”
Texto tomado de www.unesco.org
¿Cuáles son las características del patrimonio cultural inmaterial?
Si algo hace parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial, es porque cumple con las siguientes características:
• Hace parte de la tradición cultural de la comunidad.
• Nos da continuidad como comunidad pues ha permanecido en la memoria colectiva de nuestro grupo por más de una generación.
• Nos ayuda a identificarnos con unos y a distinguirnos de otros, nos hace inconfundibles y únicos como personas o como grupos, es decir, hace parte de la identidad cultural de nuestra comunidad.
• Nos liga a otras personas, es decir, nos hace parte de una comunidad.
• Nos ayuda a vivir: es útil, necesario o significativo para nuestras vidas y para la vida de nuestros grupos.
• Hace parte de los conocimientos que nuestro grupo o comunidad han construido y que se trasmiten a lo largo del tiempo.
• No nos daña a nosotros, a los demás o a la naturaleza.
Es muestra de la creatividad y del ingenio de nuestra comunidad.
Veamos un ejemplo de lo que no es patrimonio cultural inmaterial:
El rap puede ser la música que nos guste, con la que nos identificamos, con la que nos comunicamos, pero no la heredamos de nuestros antepasados, es una innovación que le estamos introduciendo, de manera paulatina, a nuestra cultura. Así pues, el rap podría llegar a ser parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial, cuando se convierta en un saber de nuestra comunidad y las nuevas generaciones lo hereden.
¿Para qué nos sirve el patrimonio cultural inmaterial?
Para llevar la vida que deseamos sin perder nuestra originalidad, nuestra forma particular de ser. El patrimonio cultural inmaterial nos ayuda a entender quiénes somos y a reflexionar sobre cómo queremos ser; fortalece a nuestros grupos y nos permite recordar la historia y adaptar la cultura a los nuevos tiempos, a la vez, nos permite tener un desarrollo propio y no impuesto ni copiado. Le da significado a lo que hacemos y nos distingue de otros al tiempo que intercambiamos saberes con ellos.
El patrimonio cultural inmaterial nos hace parte de un grupo y nos arraiga a nuestro territorio. Posibilita la comunicación para recibir y transmitir conocimientos. Nuestro patrimonio cultural inmaterial es el conocimiento acumulado por muchas generaciones que se han adaptado al entorno, para dar solución a sus necesidades y anhelos.
Podemos renovar el patrimonio cultural inmaterial, porque es un patrimonio vivo; seguirá siendo eso, un patrimonio, en la medida en que lo heredemos a las siguientes generaciones.
¿Cómo heredamos el patrimonio cultural inmaterial?
Como el patrimonio cultural inmaterial son saberes, destrezas, formas de entender el mundo y de habitarlo, requiere de tiempo y compromiso para hacerlo nuestro, pues es la herencia que recibimos cuando nos comunicamos con la gente, con los mayores, por medio de la palabra y de la práctica.
Para recibir esa herencia tenemos que conocerla, vivirla y transmitirla, de lo contrario podemos perderla. También es importante que sigan existiendo los espacios y procesos sociales en los que se reproducen las múltiples expresiones.
EXPRESIONES DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL
A continuación encontraremos una lista de las expresiones del patrimonio cultural inmaterial. Recordemos que estas expresiones por sí mismas no representan el patrimonio; son las relaciones que se articulan entre los seres humanos, los significados y los usos de estas expresiones y objetos lo que constituye el patrimonio cultural inmaterial.
Presentaremos sólo algunos ejemplos. Esto no quiere decir que sean los más importantes del país, pues todos los patrimonios inmateriales son igualmente importantes. Nuestra intención es que nos sirvan de guía para que cada uno de nosotros haga memoria del patrimonio inmaterial de su comunidad.
• Lenguas y expresiones orales
• Conocimientos y prácticas sobre la naturaleza y el universo
• Saberes culinarios
• Medicina tradicional
• Elaboración de objetos, instrumentos, vestuarios, construcciones y ornamentación corporal
• Expresiones musicales y sonoras
• Expresiones dancísticas
• Expresiones rituales, escénicas, ceremoniales, actos festivos, juegos y deportes
• Formas tradicionales de organización social, jurídica y política
Expresiones musicales y sonoras
Qué sería de un bazar, un bautizo, un carnaval, un romance, una ceremonia, una despedida o una fiesta sin música? La música nos hace evocar historias con las cuales nos identificamos, la música tiene el poder de transportarnos a lugares y épocas porque está ligada a la memoria de los pueblos. Con la música reímos, imaginamos, recordamos, lloramos, conjuramos o luchamos.
Disfrutamos de la música gracias al conocimiento que nos permite cantar, elaborar instrumentos, afinarlos y producir sonidos con ellos. Organizamos y combinamos estos sonidos en ritmos, melodías y armonías de formas muy variadas y particulares. Todo ese conocimiento musical y sonoro lo hemos aprendido de nuestros mayores y de la gente con la que hemos compartido la vida. Es parte del patrimonio inmaterial que habita en nuestra memoria colectiva y así nos permite demostrar quiénes somos.
En la región del río Sinú, en el departamento de Córdoba, aprovechan las hojas del naranjo y del matarratón para imitar los sonidos de clarinetes, trombones, bombardinos y trompetas usados para interpretar el porro, música de la región. Allá, quien quiere iniciarse en la música puede hacer parte de una banda de hojitas: para lograr los sonidos, aprende la posición adecuada de los labios que le servirá para luego tocar el instrumento que imita, así como las melodías, el ritmo y la relación con el resto de la banda. La necesidad vital de hacer música nos hace recursivos.
En el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina encontramos un instrumento que demuestra el ingenio de sus gentes: el tinajón. Este instrumento no es otra cosa que una tinaja metálica para lavar la ropa, con un hueco en la mitad de donde sale una cuerda que se templa con un palo. Al hacer vibrar esa cuerda con la mano, el tinajón produce sonidos bajos que, combinados y ordenados con las sonoridades de la quijada de burro, la mandolina, la guitarra y las maracas, se acopla a los ritmos propios de la región como la mazurca y el schottis.
Los cuiba o sikuiani son un pueblo nómada que se encuentra ubicado en pequeños poblados sobre la margen de los ríos Arauca, Ariporo, Casanare en Colombia y otros en territorio venezolano. Ellos tienen una serie de cantos curativos llamados weiba. Sipari wa kein es un weiba contra el dolor de cabeza.
Otros instrumentos sonoros son sagrados para las comunidades: es el caso del maguaré o juai-rai de los pueblos indígenas murui y muinane del Amazonas. Los maguaré son una pareja de grandes troncos, cada uno con una hendidura a lo largo y ahuecados. El maguaré hembra es ancho y más corto. Según los murui y muinane, simboliza la boa preñada que dio origen a la humanidad. Al hacer sonar los maguaré con pesados mazos de madera recubiertos de caucho, se convoca a la unidad de las etnias para reconstruir la serpiente originaria. Sus toques se escuchan a 30 kilómetros a la redonda. Se usan para invitar bien sea a un ritual, a mambear coca o a una minga; por esto el maguaré es como el “telégrafo” de la selva.
Djelem Djelem es una canción tradicional gitana que en Colombia se ha convertido en el himno de este pueblo que sufrió la persecución de los Nazis en Europa:
Vengan conmigo rom del mundo entero,
nuevamente los caminos se han abierto.
Ahora es el tiempo. ¡Oh, rom!, ¡Oh, muchachos!
Recorramos nuevos caminos.
¡Vamos!, que la esperanza de tiempos mejores
es la que nos guía cada día.
Expresiones dancísticas
Al ritmo de la música, nuestros cuerpos bailan; así expresamos nuestros sentimientos, invocamos a nuestros santos y dioses, danzamos con vestidos especiales, haciendo figuras que representan nuestros oficios diarios, nuestra historia o que imitan los movimientos de la naturaleza.
Toda esa habilidad, que reposa en nuestro cuerpo, para sentir la música y comunicarnos por medio de la danza, la adquirimos viendo y practicando con la comunidad. Por eso las danzas son parte de nuestro patrimonio inmaterial.
El pueblo indígena wayuu de la Guajira, danza la yonna. En ésta la mujer simboliza el viento que pone a prueba la fuerza del hombre, intentando tumbarlo, mientras él baila dando pasos hacia atrás al ritmo de un tambor, caja o redoblante. Con esta danza colectiva, los wayuu celebran matrimonios, logros en los negocios y agradecen a los espíritus por curar a los enfermos.
En los carnavales de Barranquilla participa desde 1919 la danza de los gallinazos o de los goleros. Al son del acordeón, la dulzaina y el redoblante, con máscaras y disfraces de goleros, teatralizan el momento en que una bandada de estas aves carroñeras bajan a devorar un animal muerto y cruzan versos con el cazador y su perro que tratan de impedir el acto.
En la región del Pacífico bailan la jota, la polka, la contradanza, la mazurka, el currulao, la juga y el bunde. Todas son parte de la herencia vigente de los esclavizados llegados de África. En el currulao, mientras la mujer agita su falda suavemente y da pasos cortos de manera coqueta alrededor del hombre, él zapatea, salta y hace flexiones con su cuerpo. Ambos baten sus pañuelos marcando el ritmo de los bombos, cununos, guasá, marimba y canto de las mujeres.
“veníte pa cá, veníte pa´ cá,
como la culebra, cuando va a picá”
Para los caleños y para muchos de nosotros, bailar música salsa hace parte de nuestra identidad. La salsa es el resultado del encuentro de ritmos caribeños con el jazz en la década de 1960 y desde entonces Cali la adoptó para bailarla a su modo particular de tirar paso, allá se goza diariamente en salsotecas, concursos, encuentros de coleccionistas, escuelas y en la Feria de Cali, que se celebra entre el 25 y el 31 de diciembre.
En la zona andina bailan el bambuco, el torbellino y la guabina. En estos bailes las parejas no se tocan, ni siquiera se toman de las manos; los pies rozan el suelo haciendo movimientos laterales. El coqueteo se mantiene con una lentitud elegante, casi ceremonial. El torbellino es más alegre y ágil: hace honor a su nombre. Todos éstos son bailes que han disfrutado los campesinos andinos más o menos desde hace más de doscientos años con instrumentos como el tiple, requinto, carraca, raspa, chucho, guitarra, zambumbia o marrana, guaches y pandereta.
Aproximadamente desde 1750, en Tolima y Huila celebran las fiestas a San Juan y San Pedro durante la última semana de junio. A partir del siglo XX en esas fiestas bailan el bambuco sanjuanero con la música de clarinetes, trompetas, saxofones, trombones, bombardinos, tuba, platillos, redoblante, y bombo.
En las veredas campesinas de Antioquia danzan las vueltas antioqueñas, adaptación del vals europeo que llegó con la colonia. Con la música de bandola, tiple, charrasca y cucharas, el hombre muestra su destreza para seducir a la mujer dando saltos alrededor de ella, envolviéndola con su poncho, jugándole con su sombrero, mientras ella hace el doble juego de aceptarlo y rechazarlo.
El joropo es el baile más representativo de los habitantes de los llanos colombo-venezolanos. Al son del arpa, el cuatro y los capachos o maracas y con cantos que relatan las faenas de los llaneros, las parejas bailan tomadas de las manos o abrazadas.
Cantar del llano, cantar de brisas del río.
¡Ay! Carmentea tu corazón será mío.
Tu cuerpo de palma real, tus labios de corocora.
Y esos cabellos tan negros, de que mi alma se enamora.
—
Carmentea, joropo de Miguel A. Martín
La danza del guarumo es una de las danzas que los indígenas del Vaupés comparten cuando intercambian productos de cosecha o en los encuentros. Los troncos del árbol llamado guarumo son huecos por dentro, con ellos elaboran el instrumento para marcar el paso. Mujeres y hombres intercalados y en línea dan dos pasos hacia delante y dos hacia atrás siempre en zig zag. Los niños también participan con su guarumo pequeño y aprenden a intercambiar saberes con las comunidades vecinas.
Expresiones rituales, escénicas, ceremoniales, actos festivos, juegos y deportes
Las fiestas y los carnavales del sitio en donde vivimos son momentos importantes de encuentro en los que celebramos fechas importantes de la historia, agradecemos a los santos y a la naturaleza por la cosecha o nos dedicamos a jugar y a volver al revés el pueblo. Para que se haga como nos gusta, se prepara con anticipación: las abuelas enseñan el secreto para que el dulce quede en su punto, los músicos ensayan el repertorio que acompañará las coreografías de baile, los artesanos muestran todo su ingenio en carrozas, máscaras y muñecos. Los vecinos se unen para inventar coplas, organizar el recorrido y hacer el sancocho.
Cuando llega el gran momento, salen las comparsas, las cuadrillas y las carrozas; algunas nos hacen reír, otras nos ponen a pensar en nuestro pasado, presente y futuro, otras se burlan o parodian la vida política. Las fiestas son parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial porque son espacios en los que reafirmamos ser parte de una comunidad con la que compartimos historias, formas de disfrutar la vida y de enfrentar los problemas, maneras de relacionarnos con los otros y con la naturaleza.
En Colombia se realizan más de tres mil fiestas en los 365 días del año que demuestran la inmensa variedad de culturas presentes en el territorio nacional.
El primer Carnaval de blancos y negros de Pasto (Nariño) se celebró en 1808, un 5 de enero, como acto de resistencia de las personas negras esclavizadas traídas de África. A esta fiesta se introdujeron los ritos agrarios indígenas y las expresiones teatrales de los españoles, por esta razón, en la actualidad, cuando vamos al carnaval, pintamos de negro y de blanco a todos los que se asomen a la calle. Los artesanos elaboran figuras gigantes de papel con las que se burlan de personajes de la vida política nacional y local.
Desde hace más de 150 años, a comienzos del mes de enero de cada año impar, se realiza el Carnaval de Riosucio, Caldas, que reúne la herencia cultural indígena, europea y africana para hacer un conjuro contra la tristeza con la ayuda del diablo, símbolo del poder de la música y del baile. En los meses anteriores leen los decretos y finalizan con el testamento del diablo y el desfile de las cuadrillas en las que la sátira es un elemento de crítica social.
Los 11 de noviembre en el municipio de San Martín, Meta, se celebran las fiestas a sus santo patrono desde el siglo XVII en la que escenifican una batalla de cuadrillas ejecutada por 48 jinetes distribuidos en cuatro grupos o cuadrillas que representan cada una a los moros (árabes), galanes (españoles), guahibos (indios) y cachaceros (africanos esclavizados) y su papel en el momento de la conquista cristiana española, así como la resistencia de los aborígenes americanos frente a los conquistadores españoles.
En Plan de Raspadura, Chocó, está la imagen del Ecce Homo que le ha hecho milagros a mucha gente de la región, por eso peregrinan hasta su templo para agradecerle, especialmente en las fiestas en su honor organizadas por el pueblo la semana siguiente a la semana santa. Ahí los raspadureños refuerzan sus vínculos como comunidad defensora del Ecce Homo que los ha acompañado desde 1802 y quien los ayudó en su liberación de la esclavitud.
Los indígenas ingano y kamëntsá del Valle de Sibundoy, Putumayo, celebran el resultado del trabajo comunitario antes del miércoles de ceniza con el carnaval del perdón o Clestrinye. En él se reconcilian y abonan las amistades con abundante chicha y mute para comenzar un nuevo ciclo en armonía.
Desde chiquitos aprendemos a celebrar nuestros carnavales y fiestas. Le damos un lugar privilegiado en la memoria a la comidas, a las tradiciones orales, al teatro, a las músicas y a la danzas que hacen parte de estas celebraciones. Siempre querremos volver, cuando estemos lejos, a las celebraciones con nuestra gente.
Otras celebraciones son menos festivas y tienen un significado sagrado. Muchos grupos o comunidades marcan con rituales las diferentes etapas de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte. Estos son los rituales en los que afianzamos nuestro sentido de pertenencia a una comunidad. También a través de rezos, cantos y otros actos sagrados entramos en contacto con los dioses, recordamos nuestro origen y agradecemos a los creadores.
Algunos grupos indígenas del Amazonas celebran el rito del yuruparí. A través de los sonidos de especies de flautas y trompetas del yuruparí —que solo pueden ser vistas e interpretadas por hombres—, borran la separación entre pasado y presente, entre muertos y vivos, entre ancestros y descendientes, para encarnar el mito que dio origen a su existencia en el mundo. Es también el momento en que, quienes están a punto de entrar a la adultez, reciben los conocimientos de su pueblo. Este rito integra a la comunidad en torno a sus mitos, religión, tradiciones orales y relación con la naturaleza.
Como los amigos están en las buenas y en las malas, también frente a la muerte nos unimos. Cada grupo tiene su ritual para despedir los muertos: en algunos se les canta, en otros se les reza o se les deja comida. Estas despedidas también hacen parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial, pues reflejan nuestra manera de entender la muerte y de acompañar a los dolientes.
Dentro de lo que demuestra quiénes somos, también están los deportes y juegos tradicionales como el trompo, el balero, la golosa, las canicas, el sapo, la cachaza, el tejo, el tiro de cerbatana, etc. Por medio de ellos aprendemos a tomarnos de la mano, a compartir, a comunicar, a relacionarnos con los otros, a ser queridos y a desempeñar papeles, además desarrollan nuestra habilidad física y dan rienda suelta a nuestra creatividad. Es importante que las nuevas generaciones no pierdan esta posibilidad de divertirse a partir de cosas sencillas, no dependan de comprar juegos o de la tecnología para recrearse y, sobretodo, no pierdan la cercanía con los demás, es decir, la oportunidad de pertenecer a una comunidad.
RIESGOS
Para pensar
Nadie nace aprendido
Como hemos visto, nuestro patrimonio cultural inmaterial es el universo de experiencias, saberes, valores, técnicas y formas de entender y disfrutar la vida aprendidos por medio de la palabra y a través de las experiencias que compartimos con nuestras comunidades y grupos. Es el vínculo con nuestro pasado, que nos permite entender de dónde venimos, sentirnos orgullosos de lo que somos y defender lo que queremos ser.
Lo que se quiere no se niega
El patrimonio cultural inmaterial, oral o intangible, está en nuestra memoria, depende de nosotros para tener vida y su principal amenaza es el olvido. Cuando deja de ocupar un lugar importante en nuestro pensamiento y en nuestra forma de vivir, lo estamos perdiendo sin darnos cuenta. Es por eso que debemos valorar nuestro patrimonio inmaterial y reconocer así las virtudes de nuestros propios conocimientos. Muchas veces nos sentimos avergonzados de las tradiciones propias y permitimos que sean reemplazadas por otras que no son convenientes. En ese momento estamos en riesgo de ser dominados culturalmente, es decir, de perder la oportunidad de demostrar quiénes somos.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde
Si no somos conscientes del valor de nuestro patrimonio inmaterial, puede ser reemplazado por cualquier moda. Si preferimos esas modas y olvidamos lo que la comunidad nos ha regalado, renunciamos a nuestra originalidad y forma particular de ser, y a la posibilidad creativa para vivir de acuerdo con nuestra historia y nuestro entorno. La televisión, la radio, las revistas, la prensa y el internet en muchos casos nos ofrecen información y conocimientos valiosos, sin embargo, debemos estar atentos a que éstos no lleguen a desplazar, de nuestra memoria y de nuestros hábitos, los saberes heredados. Es mejor aprovechar esas tecnologías para fortalecer el patrimonio, de hecho esto ya lo hacen muchos jóvenes que tienen la capacidad y el interés de ligar el presente con el pasado.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo
Los mayores, por su amplia experiencia y sus recuerdos acumulados, son los principales portadores del patrimonio inmaterial, si no reconocemos su importancia en la transmisión de saberes, ni mantenemos un diálogo continuo con ellos, cuando mueran, perderemos todos sus conocimientos.
Es importante asegurar que ellos tengan una vida digna, una vejez amparada y amor suficiente que sean muestra de agradecimiento por su dedicación y sabiduría.
El que no oye consejos, no llega a viejo
En la actualidad, los espacios en donde más información recibimos son la escuela y los medios de comunicación, pero no siempre nos ofrecen conocimientos, destrezas, valores y formas de entender el mundo propios de nuestra comunidad. Por eso, es necesario que dediquemos tiempo para compartir con nuestra gente.
Creemos que el patrimonio inmaterial siempre será nuestro porque así ha ocurrido durante nuestra vida, pero no nos damos cuenta de que si no lo transmitimos, las nuevas generaciones no tendrán esa oportunidad. Por esto es importante fortalecer la comunicación entre jóvenes, mayores, adultos y niños.
Lo que se hereda no se hurta
Podemos identificar posibilidades de trabajo y de obtención de recursos económicos en nuestro patrimonio inmaterial. Lo podemos adaptar a nuevas situaciones sin que pierda sentido para nosotros, pero debemos recordar que al usar el patrimonio como espectáculo u objeto de comercio, no debemos permitir que se degrade y pierda sus virtudes expresivas y creativas. Es nuestra herencia, nos pertenece; si alguna empresa quiere comercializarlo, debe tener la aprobación de la comunidad propietaria, ésta debe encargarse de asegurar que sea para el beneficio de sus integrantes y de la humanidad y que siga siendo suyo, pues de ello depende el futuro de cada comunidad.
Toda amenaza contra el territorio de las comunidades y contra la vida es también una amenaza contra el patrimonio inmaterial. A pesar de las adversidades, cuando nuestra comunidad se mantiene unida puede encontrar en su patrimonio formas de solucionar los conflictos y hallar salidas pacíficas a los problemas. También podemos aprender de las experiencias de los otros grupos.
Lo que debemos hacer
Además de valorar nuestro patrimonio cultural inmaterial, es necesario organizarnos como comunidad y coordinar actividades con las escuelas, universidades, organizaciones no gubernamentales, iglesias, medios de comunicación y, sobre todo, con las alcaldías y las casas de cultura, que son las encargadas de formular y ejecutar los proyectos y eventos municipales de cultura. También podemos participar en los consejos de cultura, asesores de los entes territoriales en el diseño de políticas y planes de cultura.
Es importante que conformemos, con el apoyo de la casa de la cultura o de la alcaldía, un grupo que trabaje de manera permanente el tema de patrimonio cultural inmaterial, que se encargue de realizar las actividades que recomienda la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO de 2003.
Dicha convención es un gran avance para el mundo, sus finalidades son:
• La salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.
• El respeto del patrimonio cultural inmaterial de las comunidades, grupos e individuos.
• La sensibilización en los planos local, nacional e internacional sobre la importancia del patrimonio cultural inmaterial y de su reconocimiento recíproco.
• La cooperación y asistencia internacionales.
La convención es una guía para la acción en relación con el patrimonio cultural inmaterial. Pero como otros convenios internacionales, el Congreso de la República debe estudiarla e incluirla en las leyes colombianas para que sea de obligatorio cumplimiento.
Veamos una a una las medidas de salvaguardia –salvar y guardar– y algunas actividades que puede emprender el grupo de trabajo sobre patrimonio cultural inmaterial que proponemos conformar.
Identificar y diagnosticar:
Para identificar las expresiones de nuestro patrimonio cultural inmaterial, en qué estado se encuentran, cómo están amenazadas y qué vigencia tienen, debemos elaborar entre todos un inventario. La identificación y diagnóstico de las expresiones son la base para que podamos formular políticas públicas y planes de acción para su fortalecimiento y protección, así como diseñar un plan de desarrollo que fortalezca la diversidad cultural de nuestro lugar, de acuerdo con lo que queremos ser.
En la sección -inventarios- de esta página web hay un formato con las preguntas básicas para elaborar este inventario. Es una guía de investigación para escuelas, universidades y cualquier interesado en el tema, que deben siempre respetar la propiedad colectiva que los portadores tienen sobre esos conocimientos.
Documentar:
Hacer un registro mediante fotos, relatos escritos, grabaciones en audio, video y otros medios, de las expresiones, que debe estar siempre disponible para consulta. Invitar a nuestros viejos a contar las historias del grupo o comunidad y escribirlas o grabarlas para que permanezcan en el tiempo. Por ejemplo, los museos se pueden llenar de vida con estas historias.
Investigar:
Motivar a los colegios, universidades y organizaciones de la comunidad para que, como parte de sus actividades, diseñen planes de investigación participativa de la historia y las manifestaciones del patrimonio inmaterial y su importancia para la preservación y renovación de la identidad cultural. Los resultados de esas investigaciones deben estar disponibles para el público en general y pueden enriquecer los programas escolares.
Conservar:
Tomar medidas para proteger del olvido, la destrucción o la explotación las expresiones del patrimonio cultural inmaterial. Por ejemplo, crear escuelas de saberes y oficios tradicionales o introducir al proyecto educativo institucional (PEI) la transmisión de estos conocimientos.
Preservar:
Asegurar el mantenimiento de las expresiones mediante espacios de encuentro con nuestros mayores ya que ellos, por su experiencia de vida, tienen mucho por enseñarnos.
Proteger:
Asegurar que el patrimonio cultural inmaterial no sufra daños, ni que personas ajenas a la comunidad se lucren de él. Para esto es necesario proponer, mediante mecanismos de participación establecidos en Colombia, una legislación especial que reconozca a los portadores de esos conocimientos.
Divulgar:
Realizar encuentros, celebraciones, festivales en los que expresemos nuestro patrimonio cultural inmaterial. Idear campañas de divulgación y comunicación de los saberes tradicionales, por ejemplo, en las radios comunitarias, en los periódicos murales así como diseñar una programación especial en los museos y bibliotecas. También es posible vincularse al programa de vigías del patrimonio que tiene la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
Valorar:
Hacer campañas locales en las que reflexionemos sobre la importancia y la riqueza de nuestro patrimonio. Sensibilizar a los diferentes sectores de la administración pública, tales como salud, educación, turismo, comunicaciones y cultura, para que tengan en cuenta los saberes de la comunidad en su acciones.
Transmitir y mantener:
Difundir el patrimonio en nuestros grupos y comunidades, por ejemplo, integrando el tema de patrimonio al proyecto educativo institucional (PEI). Reforzar los espacios no formales de educación como son los rituales, los encuentros y los talleres artesanales.
Revitalizar:
Adaptar nuestras expresiones a los cambios de la sociedad y de la vida cotidiana. También podemos emprender la reconstrucción de los procesos sociales que producen nuestro patrimonio cultural inmaterial.
Como vemos, muchas de estas actividades parten de una valoración y una reflexión de lo que somos y queremos ser, y otras requieren de alianzas con las instituciones. Pero lo más importante es mantener los espacios de transmisión de ese patrimonio y la oralidad como el canal que nos permite compartir y ser parte de una comunidad.
Para contar con recursos se debe incluir el tema dentro del plan de desarrollo del municipio o gestionar proyectos ante los diferentes ministerios, secretarías de cultura, ONG y ante entidades nacionales e internacionales, como el Convenio Andrés Bello.
En cada biblioteca pública, casa de cultura, o si no las hay, en cada alcaldía municipal se encuentra el Instructivo para la elaboración de inventarios de patrimonio cultural inmaterial con las ayudas metodológicas y las fichas de registro para cada una de las expresiones de este patrimonio.
Este instructivo está acompañado de un disco compacto que contiene las fichas de registro en una herramienta informática llamada Registro de inventario de patrimonio inmaterial colombiano -RIPIC- que permite sistematizar la información y facilitar la consulta. Todo este material ha sido distribuido de manera gratuita por el Ministerio de Cultura y el ICANH y es de libre uso y reproducción.
Acciones y leyes nacionales
Colombia es una nación multiétnica y pluricultural; la cultura es un derecho y una dimensión del desarrollo social según lo reconoce la Constitución Política de 1991. En este marco se formuló el Plan nacional de cultura 2001-2010 Hacia una ciudadanía democrática y cultural, que cuenta dentro de sus principios el de la apreciación creativa de las memorias y la proyección del patrimonio en la construcción plural de la nación, esto significa que “el patrimonio tangible e intangible debe construirse en referencia con identidades dinámicas que permitan diálogos entre ellas y la creación de proyectos de futuro para pueblos y comunidades dentro de la nación”.
La Ley general de cultura, en su artículo 1, numeral 6, aclara que es deber del Estado el garantizar a los grupos étnicos el derecho a conservar, enriquecer y difundir su identidad y su patrimonio inmaterial, y en el artículo 4 define patrimonio cultural de la nación como el conjunto de bienes y valores que son expresión de la nacionalidad colombiana. Al mismo tiempo, en su artículo 5, establece que el objetivo de la política estatal debe ser la protección, la preservación, la rehabilitación y la divulgación del patrimonio, con el propósito de que sirva de testimonio de la identidad cultural nacional. En el artículo 13, inciso 2, dispone que es deber del Estado garantizar los derechos de autoría colectiva de los grupos étnicos, apoyar los procesos de etnoeducación y estimular la difusión de su patrimonio a través de los medios de comunicación. Por último, en el artículo 14, instituye que es obligación del Estado y de los entes territoriales realizar el registro del patrimonio inmaterial.
Comité de Patrimonio Cultural Inmaterial
El 12 de marzo de 2004, mediante la resolución 0263 del Ministerio de Cultura se creó el Comité de Patrimonio Cultural Inmaterial con las siguientes funciones:
• Asesorar al Ministerio de Cultura en la formulación de políticas para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.
• Asesorar al Ministerio de Cultura y a sus instancias asesoras en el establecimiento de criterios de valoración, requisitos y procedimientos para hacer las declaratorias de patrimonio inmaterial en los órdenes nacional y regional.
• Asesorar al Ministerio de Cultura en la elaboración de instrumentos y herramientas para la elaboración de inventarios de patrimonio inmaterial.
• Recomendar al Ministerio de Cultura acciones tendientes a aunar esfuerzos con entidades nacionales e internacionales para la salvaguardia de patrimonio inmaterial.
• Recomendar al Ministerio de Cultura acciones tendientes a orientar a los entes territoriales en la elaboración de programas y proyectos para la salvaguardia del patrimonio inmaterial presente en su territorio.
• Definir criterios para seleccionar las candidaturas a la Convocatoria de patrimonio oral e inmaterial de la UNESCO.
• Recomendar al Ministerio de Cultura los criterios sobre los cuales se debe articular la relación con el Congreso de la República, en lo concerniente a las declaratorias de patrimonio cultural inmaterial.
• Recomendar al Ministerio de Cultura las adecuaciones, modificaciones o reglamentaciones necesarias a la Ley general de cultura, en lo relacionado con el patrimonio cultural inmaterial.
• Hacer recomendaciones al Ministerio de Cultura sobre la posición del gobierno nacional en reuniones interinstitucionales e internacionales, en lo relacionado con el conocimiento tradicional y demás aspectos que integran el patrimonio cultural inmaterial.
Criterios para declarar una expresión de patrimonio cultural inmaterial como bien de interés cultural de carácter nacional
Esta declaratoria reconoce la importancia de una expresión cultural con el fin de salvaguardarla pero no asegura ni implica una partida de recursos por parte del Ministerio de Cultura. Es la comunidad quien asume el compromiso de la salvaguardia de las expresiones de su patrimonio cultural inmaterial.
• Evidenciar alta concentración de patrimonio cultural inmaterial, en una expresión cultural popular y tradicional de valor histórico, artístico, etnológico, sociológico, antropológico, lingüístico o literario; y cómo contribuye al mantenimiento de la diversidad cultural.
• Dar fe de arraigo en la tradición o historia cultural de la comunidad en cuestión.
• Ser una expresión cultural vigente y tener importancia para la identidad cultural de la comunidad en cuestión.
• Demostrar excelencia en la puesta en marcha del saber-hacer, en la transmisión del conocimiento y en la experiencia.
• Representar un testimonio único de una tradición cultural viva.
• Estar en peligro de extinción o de deterioro por falta de medidas de salvaguarda o debido a los efectos del proceso de transformación acelerada, urbanización o aculturación.
• Contar con un plan de acción, revitalización, salvaguarda y promoción, lo cual indica un serio compromiso por parte de los actores e instituciones locales. Estos planes se deben elaborar teniendo en cuenta los siguientes componentes:
- Identificación de la expresión de patrimonio cultural inmaterial.
- Conservación y preservación del patrimonio cultural inmaterial.
- Difusión del patrimonio cultural inmaterial.
- Protección del patrimonio cultural inmaterial.
Procedimiento
Todas las candidaturas de patrimonio cultural inmaterial se deberán presentar al Consejo de monumentos nacionales, previo concepto del Comité de patrimonio cultural inmaterial. En el caso de las regiones o de los departamentos en donde exista un Centro filial del Consejo de Monumentos Nacionales, se deberá presentar la solicitud previamente ante este organismo, el que remitirá el concepto a la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, que hace las veces de Secretaría técnica del Comité de patrimonio cultural inmaterial.
Las personas naturales y jurídicas podrán realizar solicitudes para elevar al grado de bien de interés cultural de carácter nacional una expresión cultural, siempre que cumplan con los criterios, requisitos y procedimientos establecidos.
El Comité de patrimonio cultural inmaterial emitirá un concepto sobre las solicitudes que contengan la documentación completa, para realizar la presentación ante el Consejo de monumentos nacionales. Si el concepto del Consejo es favorable, el Ministerio de Cultura realizará la declaratoria de patrimonio cultural por resolución.
Si el Consejo de monumentos nacionales conceptúa que la expresión cultural no reúne los valores suficientes para ser declarada bien de interés cultural de carácter nacional, lo hará constar en el acta respectiva. La solicitud podrá ser reconsiderada ante la presentación de pruebas o documentación adicional que la justifique.
Acciones internacionales
Además de la Convención para la salvaguardia, la UNESCO cuenta con otro recurso para proteger y promover la preservación del patrimonio cultural inmaterial: una distinción internacional, creada en 1998, para reconocer los ejemplos más destacados de este patrimonio, amenazados por algún motivo. Esta distinción es la Proclamación de las obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad.
En el 2003, dentro de la Segunda proclamación, la UNESCO incluyó al carnaval de Barranquilla en el listado de patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, por ser el resultado de la integración de ceremonias y rituales europeos, africanos y americanos, cuya celebración incluye, no sólo a la población urbana, sino también a las poblaciones rurales aledañas. El carnaval de Barranquilla está amenazado por la transformación de la fiesta en espectáculo y su excesiva comercialización, lo que conlleva la pérdida de su simbolismo ritual y de la estética tradicional de sus expresiones. Al mismo tiempo, la violencia y el desplazamiento forzado han mermado la participación de las poblaciones rurales.
El Estado colombiano sugirió el espacio cultural de Palenque de San Basilio, ubicado cerca de Cartagena, para ser tenido en cuenta en la Proclamación de la UNESCO de 2005, ya que sus habitantes aún mantienen una lengua propia, sus ritos fúnebres de lumbalú, sus ritmos musicales —como el bullerengue sentado y el son palenquero—, y su forma de organización social en makuagro. Todas estas manifestaciones son testimonio de su historia que data de hace más de 400 años, cuando los africanos esclavizados escapaban y se unían al palenque para resistir a la esclavitud.
INVENTARIOS
El 17 de octubre de 2003 fue aprobada en París la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO (descargar documento), con el propósito de conservar y proteger la diversidad de las manifestaciones y expresiones culturales que coexisten en el mundo, a través de la sensibilización a las personas que habitan en los países, o que hacen parte de grupos o comunidades, para que protejan su propio patrimonio y el de los demás. Una de las medidas fundamentales de salvaguardia (salvar y guardar), es la elaboración de inventarios del patrimonio cultural inmaterial que además es la base para emprender las otras medidas de salvaguardia que son: diagnosticar, documentar, investigar, conservar, preservar, proteger, divulgar, valorar, transmitir, mantener y revitalizar.
En esta sección se encuentran algunas consideraciones sobre el tema de inventarios de patrimonio inmaterial y se propone una ficha para elaborar inventarios, ficha que puede servir de guía para las personas, grupos de trabajo, organizaciones e instituciones que deseen investigar sobre el patrimonio inmaterial. Si un departamento o municipio desea emprender una labor de inventarios es necesario que se comunique con la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura
¿Qué es un inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial?
Es el registro y diagnóstico detallado del patrimonio cultural inmaterial que por medio de la clasificación de las expresiones y la organización por temas, nos permite identificar las características de esas expresiones, la importancia que tienen para la identidad de la comunidad, y los riesgos que corren.
Muchas expresiones ya han sido documentadas en libros, revistas, estudios, investigaciones, audiovisuales, mapas, informes, crónicas, ensayos, artículos, videos, CD Rom, fotografías, microfilms, materiales sonoros, discos compactos, cassettes, discos, lugares en internet u otros. Por esto es recomendable comenzar por reunir esa información, y de ser posible conformar con ella centros de documentación de patrimonio inmaterial.
¿Para qué sirve un inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial?
• Para conocer nuestro patrimonio cultural inmaterial y así valorarlo. Por esto el inventario se debe divulgar para que sea consultado por la comunidad y los interesados.
• Para conocer las diferentes voces y perspectivas que hacen parte de una comunidad o que conviven en un territorio, respetando de este modo la diversidad cultural.
• Para tomar decisiones sobre el futuro y el tipo de desarrollo deseado y posible.
• Para generar procesos de participación y gestión que provengan de las comunidades mismas
• Para formular políticas y acciones públicas que:
· Sean acordes con la realidad de cada lugar.
· Protejan, preserven, divulguen, revitalicen, valoren y aseguren el sostenimiento y la transmisión del patrimonio cultural inmaterial.
· Fortalezcan las formas de transmisión del patrimonio cultural inmaterial.
· Reconozcan las expresiones en riesgo y emprendan las acciones acertadas para su protección y revitalización.
· Involucren a los diferentes portadores del patrimonio mediante su empoderamiento en la conservación de su memoria colectiva.
· Permitan la articulación con los sectores de educación, salud, turismo, comercio, comunicaciones, trabajo.
· Tengan continuidad en el tiempo independiente de los cambios de gobierno.
· Aseguren la transparencia en el acceso a los recursos públicos.
· Defiendan los derechos de propiedad y pertenencia de las comunidades portadoras sobre su patrimonio cultural inmaterial.
¿Quién hace inventarios de Patrimonio Cultural Inmaterial?
Cuando se trata de hacer un inventario a nivel local, regional, municipal o departamental, es necesario conformar un grupo de trabajo en el tema de patrimonio cultural inmaterial, puede ser por particulares, organizaciones o por la institución de cultura del lugar, asegurándose de que estén coordinados con la Casa de la Cultura, la Secretaría de Cultura o la institución correspondiente.
Es recomendable que este grupo esté conformado por personas del lugar a inventariar con experiencia en alguna o varias de las áreas del patrimonio inmaterial y que tenga como director un profesional en ciencias sociales. Es importante que todos conozcan la zona, manejen el tema, tengan facilidades de comunicación y cuenten con el apoyo y la confianza de la comunidad pues se requiere la participación de todos, no sólo como informantes sino como propietarios y promotores de su patrimonio.
¿Cómo se hace un inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial?
A continuación están algunas actividades que pueden guiar a los grupos de trabajo en la elaboración de inventarios de patrimonio cultural inmaterial.
• Delimitar el tema de estudio, por ejemplo:
· Dar prioridad a alguna de las áreas del patrimonio inmaterial y planear diferentes etapas que permitan cubrir el tema y el territorio.
· Diferenciar la tarea de inventario de patrimonio cultural inmaterial de la de inventarios de patrimonio natural, mueble, inmueble, arqueológico.
• Hacer un plan de trabajo que incluya:
· Identificar las expresiones a inventariar y las comunidades o grupos a entrevistar.
· Hacer un directorio de las personas portadoras de las expresiones del patrimonio inmaterial que mejor puedan brindar la información. Estas personas deben ser especialmente sensibilizadas para que luego reciban los resultados del inventario, lo divulguen y propongan acciones para la salvaguardia del patrimonio inmaterial.
· Investigación histórica y documental de las expresiones, las comunidades y sus territorios.
· Elaborar un cronograma de trabajo teniendo en cuenta fechas importantes del patrimonio inmaterial.
· Taller de inducción al equipo de trabajo en el tema de patrimonio inmaterial para unificar criterios y responsabilizarlos de la información a recolectar. Las personas que van a diligenciar las fichas son los COLECTORES, y no pueden delegar esa función.
· Charla de sensibilización a las comunidades sobre el tema para compartir el proyecto mostrando sus alcances y beneficios.
· Salidas de campo para entrevistar a personas de las comunidades portadoras y de ser posible, hacer registro fotográfico, sonoro o fílmico. Por cada expresión que se registre se debe confirmar la información con varias personas portadoras para ampliar y mejorar la información.
· Divulgación de los resultados y retorno de la información a las comunidades.
Ayuda para la ficha guía
Para identificar y registrar las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial, proponemos esta Ficha guía para la elaboración de inventarios de patrimonio cultural inmaterial (descargar ficha) que contiene una serie de preguntas que ayudan a que lo conozcamos y valoremos más. La información requerida en la ficha se obtiene consultando a los portadores de las expresiones y con la ayuda de las personas que hayan trabajado e investigado en cada tema. La lectura de bibliografía es importante como referencia y debe aparecer en la parte de Material documental.
El inventario no debe registrar lo que las comunidades, o la autoridad reconocida por las comunidades, no autoricen como por ejemplo expresiones sagradas o conocimientos que pueden ser comercializados sin su consentimiento. El inventario es una herramienta para conocer, valorar y proteger el patrimonio cultural inmaterial, por eso debe registrar lo que las comunidades deseen, respetando su autonomía y creencias. El inventario es para uso de la comunidad, por lo que debe corresponder a sus intereses.
Cuando se va a llenar una ficha sobre una expresión, lo primero es revisar si cumple con cada una de las siguientes características que la definirían como patrimonio cultural inmaterial.
Esa expresión….
• Hace parte de la identidad y de la tradición cultural de la comunidad.
• Es importante para la vida de la comunidad.
• Le da continuidad a la comunidad pues ha sido transmitida a través de varias generaciones.
• Hace parte de los conocimientos que el grupo o comunidad ha construido a lo largo del tiempo.
• No atenta contra los seres humanos ni contra la naturaleza.
• Es muestra de la creatividad y el ingenio de la comunidad.
Después de revisar que la expresión cumpla con cada uno de estos puntos, se contestan las preguntas de la Ficha guía para la elaboración de inventarios de patrimonio cultural inmaterial (descargar ficha). La ficha es un formato con las preguntas que nos ayudan a conocer el patrimonio cultural inmaterial, preguntas que se responden en hojas aparte, o que se trasladan a un formato en computador, pues la ficha no tiene espacio para responderlas.
Es recomendable colocarle un número consecutivo a cada ficha que se diligencie.
Cada pregunta tiene una ayuda en el formato, sin embargo aquí vamos a aclarar algunas que pueden ser confusas.
Tipo de expresión
Es ubicar la expresión a inventariar dentro uno de los nueve grandes campos de patrimonio inmaterial (para una explicación y ejemplos de cada uno ver la sección expresiones)
• Lenguas y expresiones orales
• Conocimientos y prácticas sobre la naturaleza y el universo
• Saberes culinarios
• Medicina tradicional
• Elaboración de objetos, instrumentos, vestuarios, construcciones y ornamentación corporal
• Expresiones musicales y sonoras
• Expresiones dancísticas
• Expresiones rituales, escénicas, ceremoniales, actos festivos, juegos y deportes
• Formas tradicionales de organización social, jurídica y política
Información de la expresión
Área de influencia:
otros lugares con los que se comparte la expresión, o que la han adoptado. Escribir la información completa de cada uno de los otros lugares, es decir, Departamento/ Municipio/ Vereda o Resguardo/ Corregimiento/ Zona o comunidad. Si es un lugar fuera de Colombia se aclara en Notas.
Portadores:
grupo social, no personas particulares, con intereses comunes, quienes practican, reproducen y trasmiten la expresión. Puede ser una o varias de las siguientes:
• Toda la comunidad, si no es de un grupo en especial, y toda la comunidad puede practicar la expresión
• Pobladores urbanos
• Comunidad indígena, escribir el nombre
• Afrodescendientes, escribir el nombre si lo tiene
• Gitanos, escribir el nombre si lo tiene
• Pescadores
• Cazadores
• Mineros
• Campesinos
• Colonos
• Otra, escribir el nombre
Origen:
cuál fue el motivo que dio origen a la expresión y en qué época. Escribir la historia, leyenda o mito que explica ese origen.
Especialidad:
hay expresiones que sólo son realizadas por algunas personas, dependiendo de la tradición y de la especialización que se requiera. Por ejemplo una o varias de las siguientes: • Ninguna, si la expresión no requiere especialización, cualquiera de la comunidad puede practicar la expresión
• Mujeres • Pegahuesos
• Hombres • Jaibanas
• Mujeres ancianas • Chinangos
• Hombres ancianos • Parteras
• Niñas • Médico tradicional
• Niños • Pescadores Sabedores
• Cazadores
• Curacas • Mineros
• Payés • Campesinos
• Te ´walas • Artesanos
• Chamanes • Bailarines
• Mamos • Músicos
• Caciques • Otra, escribir cuál
Importancia:
escribir la importancia y el significado de la expresión para la comunidad. Escribir el papel que la expresión tiene en la identidad de la comunidad. Este es el espacio para reflexionar sobre las implicaciones, lo que sucedería con la comunidad si pierde ese patrimonio inmaterial.
Uso:
escribir los momentos o eventos, lugares y fechas especiales en que se usa la expresión. También puede ser cotidiano.
Si la expresión está asociada, hace parte o tiene un uso en otra expresión, se debe aclarar aquí y llenar la ficha correspondiente a esa otra expresión, por ejemplo si está llenando la ficha de una danza que es usada en un carnaval, se escribe el nombre, la fecha y el lugar del carnaval y se debe llenar para él la una ficha.
Aprendizaje:
Escribir de qué manera y en qué lugares se enseña y se aprende esta expresión. Muchas expresiones del patrimonio cultural inmaterial se aprenden compartiendo en comunidad, en la casa y lugares públicos, por medio de la palabra y de la práctica, pero hay otras que necesitan espacios y momentos especiales para ser transmitidas.
Riesgos:
qué peligros corre esta expresión de dejar de ser practicada, explicando por qué es un riesgo. Por ejemplo:
• Falta de arraigo en la comunidad, explicar por qué
• Falta de interés de jóvenes y niños, explicar por qué
• Intromisión de cultura extranjera, explicar por qué
• Imposición de otras prácticas, explicar por qué
• Colonización cultural, explicar por qué
• Dedicación a otras actividades, explicar por qué
• Escasez de materia prima, explicar por qué
• Ausencia de formación y capacitación, explicar por qué
• Violencia, explicar por qué
• Desplazamiento forzado, explicar por qué
• Otras, escribirlas y explicar por qué
Fortalecimiento:
qué hace la comunidad para fortalecer la práctica de esta expresión, explicando en qué consiste esa actividad de fortalecimiento. Como por ejemplo:
• Vivirla y transmitirla
• Encuentros
• Festivales
• Formación a niños y jóvenes
• Vigencia y uso cotidiano
• Otros, escribirlos
Lengua o Idioma:
en la que está la expresión oral, es decir, si es español, o alguna lengua indígena, afrodescendiente, o gitana, escribir cuál es. Esta aplica especialmente para expresiones orales.
Descripción:
escribir todos los detalles de la expresión: orden de las acciones que incluye y sus preparativos; tema y argumento; cantos, música y movimientos; vestuarios, instrumentos, objetos y comida; materiales, ingredientes, herramientas, etc. La función que cumplen las diferentes partes y objetos.
Para el caso de la música, en lo posible, con la ayuda de músicos, hacer la notación musical o partitura. Escribir la letra si la tiene. Mencionar si es sólo vocal (si sólo está conformada por voces, sin ningún instrumento), sólo instrumental (si no tiene voces), o instrumental y vocal (si combina voces e instrumentos). También escribir cada uno de los instrumentos convencionales que la conforman con los diferentes nombres con que se conocen (por convencionales se entiende los instrumentos que no son únicos de la comunidad, que se pueden conseguir en el comercio de cualquier otra parte como acordeón, clarinete, redoblante) y otros instrumentos que son originales de la comunidad, es decir, que son elaborados por la comunidad, o que no son comunes en otras partes, por ejemplo marimba, tinajón, carrizo, para ellos es bueno escribir el nombre seguido de una descripción del instrumento y llenar otra ficha para la elaboración de ese instrumento.
Si el caso es una expresión ritual, escénica, ceremonial, acto festivo, juego o deporte tradicional, escribir los preparativos para la expresión, por ejemplo las fiestas requieren que meses antes la comunidad se organice y comience a ensayar los bailes, hacer las máscaras, preparar las comparsas. También escribir el motivo de la expresión, por ejemplo si es un ritual de paso, la llegada a la adultez del niño. O una fiesta cívica cuyo motivo es el día de la independencia. Aclarar quién orienta o maneja la expresión refiriéndose al papel de la persona, por ejemplo en un ritual puede ser el mamo, o en una sanación el curaca. Describir el orden que tiene y las actividades que se realizan en cada uno de los momentos, así como los objetos, comida, danzas y músicas que hacen parte de la expresión y por cada uno llenar la ficha correspondiente.
Notas:
detalles que no estén en las otras preguntas. Escribir las personas o agrupaciones representantes de la expresión, con su dirección y teléfonos de contacto, con esta información se hace una BASE DE DATOS DE CONTACTOS, que servirá para concertar actividades y para divulgar la información.
Aquí también se hace una lista de las fichas que complementan o que están relacionadas con la expresión, por ejemplo, si la expresión actual es un carnaval que tiene máscaras de elaboración local, en Notas se escribiría: “Ver elaboración de máscaras del diablo, ficha número …”.
Material documental:
Por cada material de apoyo se debe hacer una FICHA DOCUMENTAL con información sobre el tipo de material (libro, revista, estudio, investigación, audiovisual, mapa, informe, crónica, ensayo, artículo, video, cd rom, fotografía, microfilm, material sonoro, disco compacto, cassette, disco vinilo, dirección internet u otro), ubicación (dirección donde se encuentra), autor, título, editorial, fecha y ciudad de la publicación, número de páginas o duración del audiovisual y una descripción breve del contenido del material.
Se recomienda que donde el inventario tenga sede, se cree un espacio físico para guardar original o copia de este material y así conformar un Centro de documentación de las expresiones del patrimonio inmaterial para consulta pública.
Información del colector
Aquí se registran los datos de quien diligencia la ficha, es decir del investigador o colector de la información. Escribir Nombre, Teléfono / Fax, Dirección, Correo electrónico.
Tomado de.
http://www.mincultura.gov.co/patrimonio/patrimonioInmaterial/index.htm
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