miércoles, 9 de noviembre de 2011

NUESTRAS RIQUEZAS


Por Samir Ammar.

Cuando se habla de Marmato son muy pocos los escenarios , donde  no salga a relucir como tema central la economía, pues generalmente el tema siempre termina con las riquezas mineras de nuestro pesebre de oro y lo mucho que se puede hacer con ellas.
Pues bien, el Martes pasado tuve la fortuna de escuchar la sustentación de la tesis de grado de una Socióloga, y de repente volví a los viejos recuerdos de mi infancia cuando entre los frecuentes apagones del fluido eléctrico y las noches oscuras, tirado en el corredor frio de nuestra casa y rodeado de amigos escuchábamos a los adultos las muchas historias que se tejían alrededor de los mitos y leyendas que solo con el paso de los siglos se pueden construir, esta profesional se adentro en lo más profundo de nuestro existir, removió las razones por las cuales se siente ese gran  amor por nuestra tierra, nuestro hogar, nuestra familia, nuestras costumbres, pero sobre todo el apego por ese lugar que es y ha sido por el transcurrir de los siglos nuestro gran orgullo, porque es difícil  pensar que quien es Marmateño o  conoce a Marmato no se enamora de el, no por sus riquezas, sino por el valor más preciado, su gente.
Al sentir que podemos desaparecer como territorio, se hace inimaginable los valores tan grandes que se perderían, valores que como lo dije anteriormente solo el paso de los siglos pueden ser construidos, pero sobre todo ese patrimonio social representado en las costumbres más sanas, de hombres y mujeres buen@s que están llenos de principios, donde la única clase social es la de ser Marmateño, el tejido social es un valor tan inmenso que muchas poblaciones que han sido azotadas por la violencia en Colombia, añoran regresar a sus tierras donde un día sembraron la muerte los señores de la guerra, sin embargo y a pesar de que sus vidas corren  peligro, prefieren regresar allí donde construyeron sus sueños, su proyecto de vida, que vivir cómodamente alejados de su tierra, realmente es un sentimiento difícil de explicar, pero muy fácil de sentir.
Y a pesar de que las grandes corporaciones y los grandes empresarios y economistas del mundo piensen que este tipo de sentimientos son estupideces, que en un mundo globalizado lo importante y lo único que vale es las riquezas materiales, para el común de la gente que somos la gran mayoría las riquezas inmateriales representan una gran fortuna, fortuna que no es fácil construir, porque esta solo depende de algo, ese algo que nadie puede comprar, y es precisamente el tiempo, ese mismo tiempo que en Marmato puede estar acabando si permitimos que nos destruyan como sociedad.

1 comentario:

  1. es precisamente el tiempo, ese mismo tiempo que en Marmato puede estar acabando si permitimos que nos destruyan como sociedad.

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